martes, 13 de noviembre de 2012

Amar es pretexto para adueñarte del otro

"Cómo amar si poseer,
cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire.
Amar es pretexto para adueñarte del otro,
para volverlo tu esclavo, para convertir su vida, 
en tu vida.
Cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio."

Fragmento de "El lado oscuro del corazón"

No te vayas guerrillera

"No te vayas guerrillera
no te marches compañera;
si te vas tras el combate,
si te duermes de agonía,
no me dejes sin tu esencia...,
no abandones mi conciencia.

Déjame un pedazo de tu voz
para sembrarlo con tus besos
en la esperanza profunda
de mis sueños combatientes.

Déjame un pedazo de tus sueños,
para guardarlo sin cadenas,
en el raudo viento
de mis ansias libertarias.

Déjame las huellas fatigadas
de tu larga marcha en la montaña
para encontrar en esa ruta
el mejor futuro sin tiranos.

Déjame las alas de tus quimeras,
... tu olor a monte, ... a cañada,
y tu credo firme por lo justo,
y tu insaciable entrega por lo digno.

Déjame el aliento dulce
de tu sabia lucha por el pueblo,
para juntar tu fuego con mi fuerza
y pelear sin alto en las trincheras.

Déjame tu canto de guerrera,
déjame tu fusil y tu alegría,
déjame tu magno empeño y valentía...,
para hacer de la batalla,
aunque sea con la muerte,
mi querer..., mi poesía."

Jesús Santrich, "Versos insurgentes"

viernes, 9 de noviembre de 2012

Hijos de la época

Hijos de la época

Somos hijos de nuestra época

y nuestra época es política.

Todos tus, mis, nuestros, vuestros

problemas diurnos, y los nocturnos,
son problemas políticos.
Quieras o no,
tus genes tienen un pasado político,
tu piel un matiz político
y tus ojos una visión política.

Cuanto dices produce una resonancia,
cuanto callas implica una elocuencia
inevitablemente política.

Incluso al caminar por bosques y praderas
das pasos políticos
en terreno político.

Adquirir significado político
ni siquiera requiere ser humano.
Basta ser petróleo,
pienso compuesto o materia reciclada.

Los poemas apolíticos son también políticos,
y en lo alto resplandece la luna,
un cuerpo ya no lunar.
Ser o no ser, ésta es la cuestión.
¿Qué cuestión?, adivina corazón:
una cuestión política.

Wisława Szymborska