martes, 9 de octubre de 2012

El horizonte más lejano fue siempre el día de mañana

"Allí, en estos últimos momentos de gente cuyo horizonte más lejano fue siempre el día de mañana, es donde se capta la profunda tragedia que encierra la vida del proletariado de todo el mundo; hay en esos ojos moribundos un sumiso pedido de disculpas y también, muchas veces, un desesperado pedido de consuelo que se pierde en el vacío, como se perderá pronto su cuerpo en la magnitud del misterio que nos rodea. [...]

Los campanarios de la catedral, derribados por el terremoto de 1950, habían sido reconstruidos por cuenta del gobierno del general Franco y en prueba de gratitud se ordenó a la banda ejecutar el himno español. Sonaron los primeros acordes y se vio el bonete rojo del obispo encarnarse más aún mientras sus brazos se movían como los de una marioneta: "Paren, paren, hay un error", decía, mientras se vía la indignada voz de un gaita: "Dos años trabajando, ¡para esto!". La banda —no sé si bien o mal intencionada-, había iniciado la ejecución del himno republicano"

Ernesto "Che" Guevara, "Diarios de motocicleta"

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