jueves, 12 de mayo de 2016

Y yo me partí de allí, solo y sin camino

"Y estaba la iglesia oscura [...] y allí me arrodillé muy devotamente delante de la lamparilla y estuve gran pieza rezando por el ánima del Rey Nuestro Señor y por la del Condestable y por fray Jordi de Monserrate [...] y por todos los otros y por mi señora Josefina que tan tiernamente se partió de mí la última vez que nos viéramos sin saber que era para siempre en esta vida mortal. Y cuando hube derramado muchas lágrimas [...] vino a mí un fraile y me preguntó qué cuita traía y le mostré el unicornio que el Rey nuestro señor quería y que lo traía para exvoto del monasterio. Y él tomó silenciosamente y estuvo larga pieza con él en las manos sin decir palabra y luego me llevó dónde estaba la sepultura del rey. [...]
Y con esto salí de la iglesia y estaba tan cansado [...] que me senté fuera [...]. Y viniéronme todos estos recuerdos y arrecié a llorar y así estuve de luengo hasta que se cerraron las puertas de la iglesia y empezaron a tiritar las estrellas en somo del cielo [...] y yo me partí de allí, solo y sin camino.
Juan Eslava Galán "En busca del unicornio"

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