"Lo más duro de la vida es la constante renuncia a la que nos somete. No tenemos derecho a encariñarnos con nada, Cuando uno pone en algo un poquito de su alma, viene un viento frío cualquiera y se lleva aquello que quisimos y con ello, un trozo de nosotros mismos. Se siente el vacío de lo que hemos perdido con mayor intensidad que el dolor de la herida.
[...] He enterrado con mis propias manos a camaradas magníficos y no sentía la cuchillada que me rasgó la carne y el alma cuando se llevaron a Pedro y he oído llorar a Buowa, solo, en el camino helado."
Julio R. Montes "El Búnker"
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