miércoles, 1 de agosto de 2012

Que hay un viernes santo más dulce que ese beso.

‎"Amada, en esta noche tú te has crucificado 
sobre los dos maderos curvados de mi beso; 
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado, 
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso. 

En esta noche clara que tanto me has mirado,
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.

Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.

Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.

César Vallejo "El poeta a su amada"

No hay comentarios:

Publicar un comentario