Como nos han pedido que contemos hechos, ahí van unos cuantos.
Cuando me detuvieron en la Plaza de la Universidad, en Valladolid, en diciembre de 1973, yo llevaba unos teléfonos apuntados en una servilleta de un bar.
Eran unos teléfonos de contacto. Los policías que me detuvieron me subieron a un coche [...] Me dijeron que sacara todo lo que llevara en los bolsillos y allí estaba la servillleta del bar con los teléfonos. Me la metí en la boca delante de aquellos energúmenos, que se abalanzaron sobre mí. Cuando consideré que estab lo suficientemente masticada y los teléfonos eran ilegibles lo escupí y tuve la enorme satisfación de ver cómo todos los policías se arrojaban a mis babas como posesos.
"Tenemos la prueba salivar de que eres tú". Aquella fantasmada me produjo risa [...] pensaba, este poli además de torturador es gilipollas.
José María Calleja, Una dictadura grasienta. Una rebeldía llena de vitalidad, aparecido en el libro "Memoria de la Transición."
"Tenemos la prueba salivar de que eres tú". Aquella fantasmada me produjo risa [...] pensaba, este poli además de torturador es gilipollas.
José María Calleja, Una dictadura grasienta. Una rebeldía llena de vitalidad, aparecido en el libro "Memoria de la Transición."
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